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Artículos relevantes y opinión

Izquierda y centro despistado, yermo intelectual

Ernesto Ladrón de Guevara

Que la izquierda española es antipatriótica y está a espaldas de la verdad histórica de nuestro país ya no es ningún secreto. Que los procesos de deconstrucción de nuestra historia, de falsificación de la realidad de nuestro pasado y de adoctrinamiento de las masas es una realidad incontestable, que se une a los esfuerzos de los secesionistas de destruir la unidad patria, también.  Aunque no nos debemos quedar con la constatación de los hechos, sino que hemos de aventurarnos en la interpretación de los mismos.

Coincido con Unamuno en sus monodiálogos editados en 1972 cuando dijo que ello en la España de sus tiempos se debía a “[…]la falta de instrucción y hasta a deficiencia intelectual por falta de cultivo de la mente de los actores del drama. O tragicomedia o sainete si usted quiere. Usted cree, verbigracia, que es educativo, que es disciplinario enseñar historia de España para entender el patriotismo ortodoxo y declamar sobre las glorias nacionales. ¿No cree usted que es más educativo, mucho más educativo, enseñarla como quien enseña química?”

Ahora bien, asumiendo este principio de objetividad de la historia, y sin intención de hacer exaltaciones patrióticas trayendo a colación las honras y glorias de aquellos conquistadores españoles en América y a los evangelizadores, tampoco es aceptable que, en sentido contrario, se manipule y deforme la realidad de nuestro pasado haciendo caldo de cultivo gordo a los enemigos de nuestra nación que han tratado de descomponerla y romper los lazos de unidad entre todas las Españas nacidas con el legado de Isabel la Católica y de Francisco de Vitoria y la escuela de Salamanca. Zapatero a tus zapatos y los políticos a resolver los problemas de España ya está bien de negacionistas de la historia. Dejen la historia para los historiadores.        

La Comisión de Cultura del Congreso de los Diputados ha mantenido este martes un debate sobre la figura de Hernán Cortés y la conocida como Leyenda Negra española, a raíz de la propuesta del grupo parlamentario de Vox para impulsar una adecuada celebración del quinto centenario de la conquista de México, que, finalmente, ha sido rechazada.

No hay motivos razonados en base a la historiografía científica para ese rechazo. Es evidente que los motivos son políticos, basados en la ingeniería social puesta en marcha desde hace décadas para modificar la cognición y la percepción de las gentes, guiando a las masas hacia un sistema en el que el pasado deja de existir en su realidad objetiva, y la sociedad deja de ser un sumatorio de personas con raíz histórico-antropológica. Es decir, entroncadas dentro de un itinerario indeleble de hechos del pasado, entre los que se encuentra algo realmente apasionante y extraordinario, como la generación de un principio vital civilizador que fue un imperio en un orden mundial  basado en la idea ecuménica cristiana contra la que se movilizaron —y aún seguimos en ello—  las logias masónicas en España; desde hace cuando menos doscientos años.

En mi ciudad de Vitoria hay una lápida en el Paseo Fray Francisco que reza así: “Yo, James Brown Scott, anglosajón protestante, declaro que el verdadero fundador de la Escuela moderna de Derecho Internacional es Fray Francisco de Vitoria, español, católico y monje dominico”  y yo añado que habían más de los que fueron los antecesores de los actuales Derechos Humanos, como Domingo de Soto y Francisco de Vitoria entre otros franciscanos y dominicos. Y eso no fue ahora. Sucedió en el siglo XVI.

El diputado socialista Marc Lamuà ha replicado que Vox ha proclama las bondades del imperialismo llevando al Congreso esta iniciativa, aludiendo al régimen de Franco, como si el Imperio tuviera relación directa con Franco, aunque fuera quinientos años anterior en la secuencia de la historia. Todo lo que tiene que ver con los orígenes de España parece que está relacionado con Franco, para estos manipuladores de la conciencia colectiva.

Para no faltar al muestrario del disparate, la diputada por En Comú Mar García Puig, se muestra hipócritamente triste por lo poco que se ha evolucionado en la versión de la historia, adjudicando a los demás lo que es genuinamente característica de ese partido socavador de los cimientos de nuestra civilización. En fin, para qué seguir. No merece la pena. El nivel intelectual y la categoría humana del actual regimiento de vividores del erario no tiene parangón en toda la historia de la política desde Grecia.  Estamos en el umbral mínimo en la dimensión del subsuelo. Creo que estamos delante de un panfleto negacionista lleno de mentiras y de soberbia, como afirmar que el imperio español sacó a los pueblos precolombinos de la antropofagia, que fue el menos racista de la Historia o que compartió las ventajas espirituales con la población indígena», ha afirmado, para recordar que en cuatro décadas hubo 12 millones de amerindios muertos” dice la mendrugo. Y se queda tan ancha esta demoledora del Estado Constitucional siguiendo las directrices de la Agenda 2030.

          Vamos a hacer un poco de pedagogía, aunque no creo que este tipo de intelectuales de charol llegue a comprender ideas más complejas que las expuestas en la página de deportes de los diarios.

ALBERTO G. IBÁÑEZ en  La leyenda negra: historia del odio a España dice que “España amenazó con convertirse en hegemónica en Europa, en los mares y en el mundo. Fue además el primer imperio global con presencia en los cinco continentes. En tiempos de los Austrias, dominaba sobre el sur de Italia, Holanda, Bélgica, (obviamente sobre la propia España), Portugal y partes considerables de la actual Francia (lo que se olvida pero no se perdona), toda la América Central y Meridional, la mayor parte de los territorios occidentales y meridionales de los actuales Estados Unidos (lo que tampoco se olvida ni se perdona), las islas Filipinas, Madeira, Azores, Cabo Verde, el Congo, Angola, Ceilán, Borneo, Nueva Guinea, Sumatra y las Molucas, además de numerosos establecimientos en otras tierras insulares y continentales de Asia. Como consecuencia, la mayoría de las naciones con poder suficiente se dedicaron a tratar de arrancarle alguna, sino todas, de sus posesiones y ventajas. Y dos siglos de luchas tampoco se olvidan ni se perdonan, fácilmente (S. Madariaga, 1979, p. 35). No había sitio para tantos en el pedestal. De un carro pueden tirar dos caballos, tres ya se pelean. Todo esto no resulta nada extraño sino la consecuencia lógica de los intereses que mueven la política internacional y de las grandes potencias desde hace siglos. Había que encontrar alternativas al poder superior naval y militar español, y para ello no se dudó en promover el chantaje, el soborno, la compra de agentes infiltrados, las campañas de desinformación, la falsificación de documentos, las actividades ilícitas o alegales, la utilización de delincuentes (corsarios y piratas) para el trabajo sucio[…] El objetivo (en el siglo XVI ) era evitar a toda costa que España dominara el mundo; bien, misión cumplida. Otros lo han dominado en su lugar, y no siempre para bien. Dos guerras mundiales (por cierto en las que España no participó directamente ni contribuyó a su desarrollo) son prueba de ello. Las guerras locales y las estadísticas de hambre y de muerte infantil en el mundo, se añaden a los méritos. No es un saldo para que puedan sacar pecho los que se apresuraron a echar a España del escenario internacional y tomar su puesto”  ¿Vamos acercándonos a las razones de los ataques por tierra mar y aire a nuestra Nación? ¿A estos quintacolumnistas actuales les parece bien esto?  ANTIPATRIOTISMO BARATO